Las demandas colectivas en materia de transporte reúnen a numerosas personas afectadas por problemas como fallas en el transporte público o interrupciones en el servicio de aviación. Estos casos simplifican las quejas individuales y las convierten en un procedimiento legal unificado, lo que mejora la eficiencia y la rentabilidad a la hora de buscar soluciones para las partes afectadas. Según la ley de California, estas demandas colectivas requieren una cantidad sustancial de demandantes con problemas legales o fácticos compartidos, lo que garantiza una representación integral y la búsqueda de justicia en casos en los que las demandas individuales serían poco prácticas.

Los demandantes representativos desempeñan un papel crucial en la defensa de los intereses de la clase, abordando cuestiones sistémicas como deficiencias en la calidad del servicio o prácticas discriminatorias. Al reunir recursos y compartir los costos legales, las demandas colectivas en materia de transporte empoderan a las personas para desafiar a entidades poderosas, con el objetivo de lograr resultados equitativos y mejoras sistémicas en los sectores del transporte público y la aviación.